Señora era 37

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La moda y la ropa de moda preocupado muchas mujeres Edwardian, especialmente cuando tenían el dinero para seguirla. Pero sus modelos no eran actrices, modelos o cantantes. Alexandra, tanto como la princesa de Gales y la Reina, fue visto como el líder de la moda eduardiana con sus hermosas ropas, secador de alta apilados y gargantillas de perlas multi-trenzado distintivos. Una señora de Edwardian casada con un hombre rico compraría sus mejores vestidos de París, la meca de las mujeres de moda a principios del siglo XX. Otras tiendas de moda de la época eran Harrods y, en 1909, la tienda Selfridges de reciente apertura en la calle Oxford. No sería raro que alguien como Lady Olliff-Cooper a tener que cambiarse de ropa cinco o seis veces al día. Y muy pocos de estos vestidos sería lo que hoy llamaríamos práctica. No sólo cada comida llevar su propio código de vestimenta, pero si tenía que recibir a un visitante, a pagar una llamada o montar, que tendría que cambiar tanto su ropa y su peinado a menudo también. La forma ideal femenino en los ojos de Edwardian hubo Kate Moss. Los modelos famosos de Londres eran todos de más de seis pies de alto y muy curvilínea. Pero las mujeres en la época eduardiana tenían algo que no se suele utilizar ahora para ayudarles a alcanzar esa cifra - el corsé. El corsé - Arriba, un nuevo diseño del corsé introducido en 1900 estaba destinado a ser más "natural" y "saludable" que los victorianos que ejercen una gran presión sobre la cintura y el diafragma. Produjo una figura en forma de S, forzando el busto hacia adelante y la parte inferior hacia fuera. Sin embargo, en las mujeres más grandes que el efecto era bastante más de una "posición canguro" con un sobresaliente "busto balcón", que podría llegar a un pie por delante del resto del cuerpo! Para añadir a la dificultad, los corsés y los vestidos y blusas de cuello alto que las mujeres llevaban Edwardian sólo lo hizo en la parte posterior, lo que significa que el usuario necesita ayuda para vestirse - a partir de su doncella. En Pazo, Señora Olliff-Cooper y la señorita Anson, que se utiliza a la libertad de movimiento del siglo 21, encontrará que los corsés apretados cordones, que se supone que son lo más ajustado posible en ocasiones formales, tanto restringir su respiración y su apetito. El corsé - En la planta baja Quizás corsés eran aceptables para los que llevaban el dolor de ser atractivo. Pero las criadas de la planta baja están obligados a llevar corsés, así, a pesar de que no comparten las mismas preocupaciones de la moda. Los corsés suelen causar dolor al agacharse para rejillas limpias o fregar los suelos. Trabajando días largos con casi nada de tiempo libre, las criadas no reciben la oportunidad de vestir. Incluso si lo hicieran, tendrían nada que llevar - una dama se administra tres conjuntos de ropa de trabajo, que en la época eduardiana que se espera que pagar por sí mismos. Estos fueron vestidos estampados para las mañanas para hacer el trabajo sucio, un vestido negro y una gorra blanca y un delantal para las tardes, y su propia ropa para exteriores y la iglesia los domingos. Nuestros criadas se permite sólo un baño en un baño de estaño en su habitación cada semana y este es llenado por transportar hasta jarras de agua caliente, y luego llevar hasta jarras de agua sucia. Sin embargo, de acuerdo con normas de la casa, que se espera que sea "limpia, ordenada y presentable en todo momento" por lo que deben lavarse las "cara, pies y axilas cada mañana antes de vestirse." Becky, Jessica, Erika, están prohibidos de usar maquillaje, las joyas y medias de seda. Peinados Para lograr la plenitud necesario que estaba de moda en ese momento, una doncella terminaría el pelo de su señora en torno bolas de relleno, de manera poco elegante llamó "ratas". Estos estilos elaborados proporcionan la plataforma ideal para los elegantes sombreros de imagen que son tan fragantes una imagen de la época eduardiana. Estos eran enormes, a menudo anclado por alfileres de sombrero de aspecto vicioso con fines de piedras preciosas o esmaltados; decorada con adornos lujosos como el águila pescadora o plumas de avestruz. Podrían costar hasta 50 guineas (alrededor de $ 4.000 a precios actuales).